En nuestro idioma español hay muchas dudas sobre el uso de palabras que son iguales pero que se diferencian tan solo por llevar o no tilde, por esta razón es que hoy vamos a hablar sobre el uso de "mi" y "mí", explicando a profundidad la definición y uso de cada una de estas palabras, todo esto con excelentes ejemplos para que no quede ninguna duda. Recuerda que Mi, sin tilde, puede funcionar como un adjetivo posesivo, o como un sustantivo para referirse a una nota musical o a una letra del alfabeto griego. Mí, con tilde, es un pronombre personal de la primera persona de singular.
Como tal, son palabras homófonas, que suenan igual pero se diferencian por una tilde, la llamada tilde diacrítica, que es aquella que se emplea para indicar que una palabra tiene un significado distinto.
Cuándo usar mi
Mi puede ser un adjetivo posesivo, apócope de mío, que es usado siempre antecediendo un sustantivo. Como tal, antepuesto a ciertos sustantivos, puede indicar cariño o respeto.
Por ejemplo:
-Mi papá me ha dicho que vendrá a buscarme.
-¿Cuándo nos vamos de vacaciones, mi amor?
-Ya estamos todos listos para marchar, mi general.
Como sustantivo masculino, mi puede referirse a la tercera nota de la escala musical: “Dame un mi”. Mientras que como sustantivo femenino, mi es el nombre de la duodécima letra del alfabeto griego (M, μ): “Me gusta cómo haces el dibujo de la mi”.
Cuándo usar mí
Mí es un pronombre personal de la primera persona singular, que se usa tanto para el masculino como para el femenino. Es empleado para la función de complemento, precedido siempre de una preposición. Aunque se trate de un monosílabo, lleva una tilde que permite distinguirlo del adjetivo posesivo y sustantivo mi.
Por ejemplo:
-A mí me gustan las mandarinas.
-¿Acaso no te fías de mí?
-Francisco viene por mí a las seis.
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